martes, 10 de noviembre de 2015

Fabulas

Fábulas 


Las fábulas son cortas y breves narraciones literarias, normalmente en verso, que terminan siempre con un mensaje de enseñanza o moraleja de carácter instructivo, cuyos personajes casi siempre son animales u objetos ficticios. Una buena vía para entretener y a la vez educar a los niños. 


Las fábulas ya eran cultivadas hace dos mil años, en Mesopotamia. Unas tablas de arcilla cuentan brevemente historias de zorros astutos, perros desgraciados y elefantes presuntuosos. En la antigua Grecia, la primera fábula es conocida como la del ruiseñor. La contó Hesíodo, en el siglo VIII a.C, y desde entonces cientos de historias nos han transmitido enseñanzas en forma de moralejas.

La importancia de las fábulas para los niños

Niño lee en cama sobre el mar
Las fábulas más famosas son las de Esopo, un esclavo, y acompañante de su amo, el filósofo Janto. Las fábulas a él atribuidas, conocidas como Fábulas esópicas, fueron reunidas por Demetrio de Falero hacia el 300 a.C. Se trata de breves narraciones protagonizadas por animales, de carácter alegórico y contenido moral. Ejercieron una gran influencia en la literatura de la Edad Media y el Renacimiento, siendo reescritas por Samaniego, por La Fontaine y otros. 


En el siglo XX, el poeta francés Jean de La Fontaine (1621-1695) es famoso por las 243 fábulas que escribió durante 26 años. Inspiradas en las Fábulas de Esopo, los cuentos de La Fontaine incluyen un reparto familiar de conejos, saltamontes, hormigas, zorros y otros animales. Entre las fábulas más famosas, conocemos 'La tortuga y la liebre', 'El zorro y las uvas', 'Ratón del campo y ratón de la ciudad'. 

Las fabulas son cortas y breves narraciones literarias, normalmente en verso, que terminan siempre con un mensaje de enseñanza o moraleja de carácter instructivo, cuyos personajes casi siempre son animales u objetos ficticios.
Una buena vía para entretener y a la vez educar a los niños.Esta fabula enseña a los niños que es mejor vivir con menos pero con más seguridad y serenidad.

El ratón campesino y el cortesano

Ratones
Un ratón campesino tenía por amigo a otro de la corte, y lo invitó a que fuese a comer a la campiña.
Pero como sólo podía ofrecerle trigo y yerbajos, el ratón cortesano le dijo:

- ¿Sabes amigo que llevas una vida de hormiga? En cambio yo poseo bienes en abundancia. Ven conmigo y a tu disposición los tendrás.
Partieron ambos para la corte. Mostró el ratón ciudadano a su amigo trigo y legumbres, higos y queso, frutas y miel.
Maravillado el ratón campesino, bendecía a su amigo de todo corazón y renegaba de su mala suerte.
Dispuestos ya a darse un festín, un hombre abrió de pronto la puerta. Espantados por el ruido los dos ratones se lanzaron temerosos a los agujeros.
Volvieron luego a buscar higos secos, pero otra persona incursionó en el lugar, y al verla, los dos amigos se precipitaron nuevamente en una rendija para esconderse.
Entonces el ratón de los campos, olvidándose de su hambre, suspiró y dijo al ratón cortesano:
- Adiós amigo, veo que comes hasta hartarte y que estás muy satisfecho; pero es al precio de mil peligros y constantes temores. Yo, en cambio, soy un pobrete y vivo mordisqueando la cebada y el trigo, pero sin congojas ni temores hacia nadie.

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